CUERNAVACA, MORELOS 23 DE SEPTIEMBRE DEL 2017 (WDC).- Derivado de los sismos que se han replicado en los últimos días después del 19 de septiembre pasado y cuyo epicentro fue en el municipio de Axochiapan, en Morelos, los comerciantes de Cuernavaca viven en una psicosis permanente por lo que ya no quieren vender sus productos dentro de sus negocios ante el riesgo que representa para su integridad mantenerse en sus lugares de origen.
Desde el mercado Adolfo López Mateos, cuya vida supera los 50 años de edad, las plazas Lido y Degollado, así como los Plateros del centro de Cuernavaca quienes requieren de inmediato que los peritos de Protección Civil les entreguen por escrito un estudio técnico en el que se les informe que no corren riesgos por estar en sus centros de trabajo ante cualquier fenómeno natural que se pudiera volver a registrar.
Un ejemplo de ello, fue la decisión que tomaron los comerciantes establecidos a un costado del Palacio de Cortés -a quienes se les conoce como los plateros- ya que ante el temor que tienen de que se puedan desprender fragmentos de esa vieja construcción en que está hoy convertido el Museo Cuauhnáhuac, decidieron vender sus productos en las calles aledañas por considerar que es un riesgo latente continuar en su lugar de origen.
Los plateros que aglutinan a cerca de 80 comerciantes consideraron oportuno salir a vender sus productos lejos del Palacio de Cortés, luego de la afectación que este sufrió por el sismo del pasado 19 de septiembre que incluso, dañó el reloj de la parte superior derecha y que estaba a punto de caer.