Cuernavaca, Mor.- Alrededor de las 12:30 horas de este viernes el alcalde de Cuernavaca Cuauhtémoc Blanco Bravo se declaró en huelga de hambre y se instaló en el atrio de la catedral de Cuernavaca, lugar que declaró la sede alterna del ayuntamiento de la Ciudad.
Acompañado por su equipo de trabajo, Blanco Bravo comentó que la huelga de hambre tiene como finalidad llamar la atención de las autoridades federales, así como de la ciudadanía, para que se presten atención a la serie de acciones que se han emprendido en su contra para separarlo del cargo.
Enfundado en una chamarra negra, pantalón de mezclilla y tenis azules, Blanco Bravo se sentó en el piso y habló con los medios de comunicación a los que refirió que “está casi seguro” de que no había elementos para enjuiciarlo y mucho menos para detenerlo. “No he nada a nadie, ni ha cometido un delito para que me detengan”.
El alcalde reconoció que tras la serie de embates jurídicos que se han desprendido en las últimas semanas para destituirlo del cargo “ha llorado de impotencia”, por lo que hizo un llamado a la ciudadanía para que no le dejen solo.
También aprovechó para agradecer al obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro que le haya permitido a él y a sus colaboradores instalarse en el atrio.
Antes de iniciar su huelga de hambre, Blanco Bravo comió caldo de pollo en la Ciudad de México y bebió ponche durante su ayuno.
A doce horas de haber iniciado su huelga de hambre, el alcalde ofreció una rueda de prensa en la que exigió el desalojo de los policías del Mando Único que mantienen bajo su control las instalaciones del edificio municipal por órdenes de la sindico, Denisse Arizmendi, quien tomó esta medida desde la tarde de ayer para impedir que simpatizantes de Blanco Bravo tomen las instalaciones.