El autor brasileño Paulo Coelho cumple 70 años siendo admirado y denostado como escritor, pero como un fenómeno mediático, de mercadotecnia literaria, cultura de masas, misticismo ‘new age’, redes sociales y la literatura mundial.
Decir que Coelho ha vendido alrededor de 215 millones de libros en más de 80 idiomas, todos con la receta sencilla y directa de mezclar el manual de autoayuda con la ficción esotérica, es apenas empezar a hablar de uno de los “fenómeno mercadotécnico-literarios” más representativos de la situación de la llamada “literatura mundial” durante el cambio de siglo.
La propia biografía de Coelho suena a una de sus historias de ficción, misticismo y realidad, pues está marcada por la inconformidad. Nació en una familia católica en Río de Janeiro en 1947, tuvo una relación difícil con su padre, que lo mandó a centros psiquiátricos para corregir sus problemas de comportamiento y su personalidad melancólica.
El escritor vive medio año en Ginebra y medio año en Río de Janeiro con su esposa, la artista plástica Christina Oiticica
En los años 70, el joven Coelho fue conocido como activista de los grupos de contracultura de la época de la dictadura militar brasileña (1964-1985), y fue secuestrado y golpeado por las autoridades durante varios días por ser el autor de algunas canciones pop contestatarias.
“Ser torturado cambia a una persona para siempre”, comentaría más adelante. Sus vaivenes vitales lo llevaron a unirse a una secta religiosa antes de llegar al momento que considera decisivo para su carrera, una visita al antiguo campo de exterminio nazi de Dachau, en el sur de Alemania, donde, en 1982, nació el verdadero Paulo Coelho, asegura su biógrafo Fernando Morais.
De 1974 a 1986 publicó cuatro libros intrascendentes El manifiesto de King-há, Teatro de la educación, Archivos del infierno y Manual práctico de vampirismo. Pero en 1987 publicó El Peregrino, donde narra sus experiencias al recorrer El Camino de Santiago de Compostela, la peregrinación anual que muchas personas en el mundo van a realizar a España como viaje espiritual y de descubrimiento personal. Resulta interesante que el título original en portugués de este libro sea El diario de un mago, porque gracias a él y hasta ahora, en su país a Coelho se le apoda precisamente El mago.
El libro tuvo éxito relativo en Brasil, pero lo impulsó a escribir en 1987 su primer éxito de ventas, El Alquimista, una historia sencilla que se puede resumir así: un pastor español sueña que debe descubrir un tesoro en Egipto. Viaja a ese país donde conoce a un alquimista que se vuelve su guía espiritual. Él le enseña que el verdadero tesoro está dentro de él. El pastor regresa a España donde descubre un tesoro de monedas de oro en una iglesia.
Al convertirse en best seller en el mercado literario del new age, el misticismo y el viaje espiritual en Estados Unidos (el único de sus libros que lo ha logrado en ese país) sus ventas y sus traducciones se dispararon por todo el mundo y capturaron, literalmente, a un inmenso público que le ha sido fiel.
Alquimista figura entre los 20 libros literarios más vendidos de la historia, con más de 65 millones de ejemplares. Este fue un momento decisivo para Coelho, pues descubrió entonces hacia dónde debería dirigir su literatura.
A partir de ahí, Coelho ha publicado otros 26 libros con irregular éxito pero con un puñado en la lista de los best-sellers en Hispanoamérica, entre ellos El don supremo, Las valquirias, Cartas de amor de un profeta, Manual del guerrero de la luz, Padres, hijos y nietos, El Zahir (título de un cuento de Borges), Amor, Aleph (otro cuento de Borges), Manuscrito hallado en Accra, la novela erótica Adulterio y la más reciente El espía (su más rotundo fracaso de ventas hasta ahora).
Su padre lo mandó a centros psiquiátricos para corregir sus problemas de comportamiento
Varias de sus historias han sido llevadas al cine en distintos países, lo que contribuyó a reimpulsar su éxito; no obstante, luego de la cúspide de sus ventas a principios de siglo, las ventas de sus libros ha decaído, e incluso su película supuestamente biográfica La mejor historia de Paulo Coelho, fue una decepción en 2015.
Mientras tanto, el escritor se ha hecho millonario, vive la mitad del año en Ginebra, Suiza, con su esposa, la artista plástica Christina Oiticica, de 65 años, y la otra mitad del año en su casa de Río de Janeiro. Sus residencias no son ostentosas, advierten los que las conocen, simplemente son lugares cómodos donde vivir bien.
La crítica ha señalado la facilidad y simplicidad de sus obras, su recurso reiterado de recurrir a la aventura del descubrimiento espiritual y personal, y reducirla a frases ejemplarizantes de autoayuda de las que se encuentran en las tarjetas de buenos deseos.
Pero Coelho se ha mantenido distante de sus críticos y sólo señala que acepta lo que se diga de él y de sus obras, pero jamás aceptará que digan que el público que lo lee es ignorante o tonto.
Una de sus últimas reyertas con la crítica y los escritores fue cuando sostuvo que la novela Ulises, de James Joyce, le había hecho daño a la literatura, “porque es pura forma detrás de la cual no hay nada, se puede reducir a un tuit”, comentó incluso.
Coelho suele citar a Borges (Wikicommons)
Paulo Coelho insiste que en su literatura, a la que definió como una mezcla de Carlos Castaneda y Khalil Gibran, siempre trata de decir algo a sus lectores, “decirles algo de su vida y cómo mejorarla, porque las preguntas que se ha hecho el hombre siempre han sido las mismas a lo largo de la historia, pero las respuestas siempre son distintas para cada uno”, asegura.
Desde hace casi 10 años, Coelho ha sido un promotor vigoroso de las nuevas tecnologías para difundir la literatura. Actualmente, el brasileño tiene más de 12.5 millones de seguidores en Twitter mientras que en Facebook se acerca a los 30 millones.
En esas plataformas se mueve en su elemento, opinando sobre política brasileña o sobre el auge de los populismos en el mundo, y produciendo casi a diario los aforismos triviales por los que es conocido desde hace años, por ejemplo: “Buena semana y recuerden: la vida es una peregrinación del miedo hacia el amor”.