Se imagina que en la próxima visita al parque pueda pagar un globo con una tarjeta o comprar una revista en un puesto de periódicos sin pagar en efectivo.
Ese camino está más que recorrido por Suecia, país en que del total de sus transacciones del año pasado, solamente uno por ciento se hizo con monedas y billetes.
La forma en que el país nórdico llegó a eliminar el efectivo de su economía fue concientizando a las personas sobre los beneficios y rapidez para atender a los usuarios, pero, sobre todo, porque resulta un medio de pago más seguro.
Aunque en México siguen dominando los billetes y monedas, existen algunos ejercicios del uso de las tarjetas para pagar algunos productos o servicios, como el transporte público: Metro, Metrobús, Mexibús y Tren Suburbano.
Para Sebastián González, estudiante de preparatoria, el pago de productos o servicios con tarjeta resulta cómodo y práctico y se evita llevar monedas de baja denominación en las bolsas de los pantalones, que por el peso llegan a romperlas.
“La tecnología avanza con rapidez y espero que la opción del monedero electrónico sea más rápida y se deje atrás el efectivo”, explicó. No obstante reconoció que en México resulta complicado porque al momento de robarte la cartera se llevan consigo tu dinero electrónico.
El economista Isai Soto considera que la reducción de efectivo en el país ayudaría a disminuir el riesgo de lavado dinero y los costos de operación.
“El contar con plásticos como medio de pago contribuiría a que hubiera una mayor inclusión financiera”, sostuvo.
Liberador
Maddy Savage narra que en Estocolmo, la capital sueca, cada vez es más común ver carteles en las tiendas con la leyenda “No aceptamos efectivo”.
Victoria Nilsson, quien administra dos tiendas de café en Estocolmo, asegura que no solamente buscan reducir al mínimo el riesgo de robos, sino que además, las transacciones son más rápidas cuando el cliente paga con tarjeta.
“Las reacciones han sido positivas. Nos encanta utilizar nuestras tarjetas en Estocolmo”, señaló vía internet.
Según el banco central de Suecia, el Riksbank, el efectivo se usa en menos de 20 por ciento de las transacciones realizadas en tiendas, la mitad de la cifra de hace cinco años.
Prohibición
Las monedas y billetes quedaron prohibidos en los autobuses hace años, después de que los sindicatos expresaron su preocupación sobre la seguridad de los choferes al manejar efectivo.
Otros de los sitios que le han apostado al pago exclusivamente con plástico son las atracciones turísticas, incluyendo el Hotel Pop House de Estocolmo y el museo Abba, centro dedicado al icónico grupo musical.
Que por cierto, dicho grupo musical se convirtió uno de los defensores de la tendencia a no usar efectivo; particularmente, el cantante de la banda, Bjorn Ulvaeus, es uno de los férreos defensores para no usar efectivo, luego de que a su hijo le robaron el
dinero que tenía en su casa.
Hasta los comercios más pequeños del país se han sumado a la tendencia con tecnologías como iZettle, firma sueca que desarrolló el
primer lector móvil de tarjetas de crédito.
La app se usa con frecuencia en los llamados mercados de pulgas, así como en escuelas para transferir dinero entre amigos.
Swish, un sistema de pago por celular, es otra innovación sueca muy popular que es usada por más de la mitad de los 10 millones de habitantes de este país.
Además, los clientes de los principales bancos de Suecia pueden enviar dinero de forma segura a cualquier otra persona que tenga esa misma aplicación, a través del celular.
“Por regla general, los consumidores suecos estamos muy interesados en las nuevas tecnologías, así que las adoptamos rápido”, explica Niklas Arvidsson, profesor del Instituto Real de Tecnología de Estocolmo.
Cabe señalar que Suecia es uno de los países de la Unión Europea que más usan la tecnología y, al ser una población pequeña, le permite probar cualquier innovación,
además, por su bajo historial de corrupción la gente no teme a que haya fraudes electrónicos.