Cuernavaca, Morelos 05 Noviembre 2017 (WDC).- El 25 de marzo del 2014, el ex policía Jesús Hernández Maldonado desapareció en el municipio de Yautepec, tres meses después sus restos fueron localizados en un cerro de este municipio y llevados al Servicio Médico Forense (Semefo) de la Fiscalía de la Región Oriente, donde permanecieron “arrumbados” durante tres años y medio sin practicarles pruebas de ADN, mientras su familia lo buscaba en diversos puntos del estado con el apoyo de agentes de la Policía de Investigación Criminal (PIC).
Hernández Maldonado se desempeñaba como policía subinspector asignado a la Dirección de la Policía Preventiva Estatal Zona Centro Norte, con sede en Yautepec, hasta el 11 de diciembre del 2013 que decidió presentar su renuncia por una investigación interna por sus presuntos vínculos con la delincuencia organizada, según un comunicado emitido por la Comisión Estatal de Seguridad (CES) el 18 de marzo del 2015.
La mañana del 25 de marzo del 2014, el joven de 31 años, residente del municipio de Cuernavaca se despidió de su familia y se trasladó en un taxi a Yautepec, donde tenía programado entrevistarse con una persona para ver lo de un presupuesto para hacer un trabajo como fijador de vidrios, aunque Jesús se comunicó por teléfono con su familia para avisar que había concluido su cita, ya no regresó.
La angustia comenzó para la familia que optó por poner una denuncia por desaparición en la Fiscalía General del Estado (FGE) a cargo de Rodrigo Dorantes Salgado, bajo la expectativa de que les ayudaría a localizarlo pronto, sin embargo renunció al cargo el 30 de julio del 2015, sin tener avances sobre éste y otras desapariciones más.
La familia terminó por unirse a la organización civil denominada “Víctimas y Desaparecidos del Estado de Morelos” y junto con otras familias tuvieron que retomar nuevamente mesas de trabajo con el fiscal Javier Pérez Durón para revisar los avances en cada una de sus carpetas de investigación. De hecho, en el 2016, cuando la autoridad anunció la apertura de las fosas de Tetelcingo y Jojutla la familia tenía la esperanza de encontrar su cuerpo en cualquiera de estas dos fosas.
Fue a principios del mes de septiembre, poco antes del terremoto que sacudió al estado de Morelos, cuando la familia de Jesús recibió una llamada de las autoridades, sus restos ya habían aparecido, pero nunca se imaginaron dónde.
La abogada y activista social Teresa Ulloa, asesora de las familias que conformaron la organización civil “Víctimas y Ofendidos del Estado de Morelos” informó que durante tres años y medio los restos de Jesús estuvieron “arrumbados” en las instalaciones de la Fiscalía de la Región Oriente con sede en Cuautla.
“Durante tres años y medio, la familia estuvo buscando con mucho dolor a su familia y sus restos siempre estuvieron en Cuautla; esto lo supimos cuando empezó a presionar la secretaría Técnica del fiscal, Javier Pérez Durón, dijo que ya no quería restos así, sin identificar, y fue cuando se hizo el ADN y se confirmó que esos restos eran los de Jesús.
Hemos pedido que venga el visitador general y que se inicie la investigación y que caiga quien caiga, esto podría derivar en la inhabilitación de los propios servidores públicos y en darle vista a un agente del ministerio público para que se integre la carpeta de investigación por actos contra la administración de justicia”.
Teresa Ulloa informó que la familia procederá legalmente contra los servidores públicos de la Fiscalía General del Estado por esta negligencia y omisión, por no haber practicado las pruebas genéticas a los restos hallados en un cerro de Yautepec y hacer la confronta con los familiares que buscan a sus desaparecidos.
Esta negligencia de las autoridades de la FGE ha alertado a otras familias que forman parte de la organización civil, como la de Jessica Cerón, desaparecida el 13 de agosto del 2012.
Los abogados de Teresa Ulloa acompañarán a Celia Salinas, madre de la joven de 29 años de edad y 39 semanas de embarazo, a emprender la búsqueda de su hija en los Semefos de las tres fiscalías regionales.
Los restos de Jesús Hernández fueron entregados por las autoridades de la FGE el día viernes a su familia, después de haber sido cotejados con las pruebas de genética de la PGR y la Policía Federal; fueron velados en el hogar de su madre en Chamilpa y este sábado fueron sepultados en el panteón de este poblado ubicado al norte de Cuernavaca.