CIUDAD DE MÉXICO, 28 de diciembre 2016 (La Silla Rota).- Miles de migrantes fueron los primeros en acudir y los que mayor entusiasmo se sumaron a la convocatoria que vía Facebook hicieron los padres de Rubí.
Como cada año en las fiestas decembrinas miles de migrantes regresaron a sus pueblos de origen, pero con la convocatoria para la fiesta de Rubí muchos de ellos decidieron arribar al paraje de Laguna Seca.
Procedentes de Tucson, Alabama, California y Nuevo México.
La fiesta estuvo dividida en dos partes: la primera se llevó acabo en La Joya, municipio de Valle de Guadalupe, donde hubo misa y comida.
Y la segunda, en la exhacienda minera, donde corrieron los caballos, la música y el trago.
En ambos lugares se desplegaron operativos de seguridad y hubo improvisados campamentos para que los invitados pudieran descansar al terminar la fiesta.
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Cabe mencionar que Rubí cumplió sus XV años hace cuatro meses pero la familia García propuso festejar hasta diciembre, algunos de los familiares son migrantes.
Quienes les siguieron fueron sus vecinos de Tamaulipas, quienes con pancartas y cartulinas se hicieron notar entre la multitud.
Otros llegaron de Nuevo León, Zacatecas, Chihuahua y Sonora.
El mejor momento del baile se vivió cuando surgió el grito que entusiasmo a los asistentes, quienes se identificaron con el grito “¡Viva el México de los que usamos sombrero!”.
Pese al altercado que se vivió en la primera ronda de caballos trotando por la falta de protocolo y de condiciones de seguridad, causo que la gente se saliera de línea y uno de los animales tiró a su jinete, Félix Peña, de 66 años, quien murió en el hospital.