POR: CARLA A. HUMPHREY JORDAN
Finalmente conocimos la composición integral de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. Una regulación deficiente y a modo de nuestros legisladores y legisladoras hizo que en su integración no se respetara el principio constitucional de paridad.
El miércoles pasado tanto el Jefe de Gobierno como el Presidente de la República dieron a conocer a las 12 personas que completarán la conformación de la Asamblea Constituyente. Cada uno de ellos nombró de manera paritaria, tres mujeres y tres hombres, las diputaciones a la Constituyente. En el caso del Jefe de Gobierno la designación recayó en la ex ministra de la Suprema Corte de Justicia la Nación, Olga Sánchez Cordero, Clara Jusidman y a la académica Ana Laura Magaloni. Las tres mujeres seleccionadas por el Presidente de la República para integrar la Asamblea Constituyente son la abogada Claudia Aguilar, la periodista y ex diputada Beatriz Pagés y ex magistrada electoral Claudia Pastor.
En contraste con el compromiso con la paridad que mostraron los titulares del poder ejecutivo del país y de la Ciudad de México, la Cámara de Diputados y el Senado no hicieron una cosa distinta a la que siempre han hecho: privilegiar el acceso a los hombres a los espacios públicos y relegar a las mujeres a menos curules. Ninguna novedad si se analiza el comportamiento de ambas cámaras al integrar diversos órganos del Estado. El compromiso de las y los legisladores se circunscribe a aprobar leyes que no garantizan la paridad y a no cumplir con ella a pesar de que la Constitución establece el principio de paridad para la conformación del Congreso de la Unión y de los congresos de las entidades federativas, sin que se encuentre ningún argumento para inaplicar este principio en la conformación de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.
De las 100 diputaciones que conforman la Asamblea Constituyente, las y los habitantes de la Ciudad de México únicamente pudimos seleccionar mediante nuestro voto a 60. Con la finalidad de que se cumpliera con el principio de paridad en la selección de estas diputaciones, el INE aprobó en el mes de enero un acuerdo del Consejo General en el que se establecían una serie de medidas para garantizarla pero que, inexplicablemente, los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que estuvieron presentes en esa sesión, decidieron revocar.
La integración final de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México contará con 47 mujeres y 53 hombres, nada mal dirían algunos, solamente que el principio de paridad en el caso de la Constituyente podría haberse cumplido a cabalidad, 50 hombres y 50 mujeres, máxime cuando el 40 por ciento de sus integrantes fueron designados a dedazo entre los grupos parlamentarios que, salvo Morena que renunció a los que le tocaban de conformidad con los escaños que tiene en el legislativo, se los asignaron sin cumplir con la paridad. A último momento, se determinó que el espacio en el Senado para la Constituyente que pertenecía a Morena, le correspondía al PAN que, como es costumbre en ese partido, fue para un hombre. En el Senado se eligieron a 8 hombres y 6 mujeres. Ninguna de las cámaras del Congreso de la Unión eligió paritariamente a las personas que integran la Constituyente.
La instalación de la Asamblea Constituyente fue el día de ayer. El proyecto de Constitución del Jefe de Gobierno está listo y las discusiones respecto a su contenido darán comienzo en los próximos días. Hacemos votos desde aquí porque los derechos con los que contamos las y los habitantes del otrora Distrito Federal no se vean limitados ni coartados con discusiones estériles y arcaicas y que, por el contrario, sean potenciados y ampliados en la primera Constitución de la Ciudad de México. Es responsabilidad de todos los que habitamos la capital del país estar al pendiente de los debates en la Constituyente y evitar el retroceso a cualquiera de nuestros derechos.
@C_Humphrey_J