Renunciar a un empleo es difícil. Pero renunciar al Presidente de la República debe ser una odisea, sobre todo si no está dentro de los planes del titular de Poder Ejecutivo.
Este 19 de noviembre, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, habría presentado su renuncia al cargo que ocupa en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo al titular de Grupo Cantón, Miguel Cantón Zetina.
El lunes 8 de noviembre, luego de revelarse detalles de la boda de Santiago Nieto, celebrada en Antigua, Guatemala, en la que se ventilaron detalles de los lujos del evento, el funcionario presentó su renuncia y dejó su cargo como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y en su lugar fue nombrado Pablo Gómez Álvarez.
“Antes de que pudiera afectar al proyecto, por las críticas derivadas de actos de terceros relacionados con un evento personal y transparente, preferí presentar mi renuncia como titular de la UIF”, tuiteó Nieto Castillo y reafirmó su lealtad al presidente Andrés Manuel López Obrador y su amor a su recién esposa, Carla Humphrey.
Antes, a un día de haber cumplido 2 años de mandato, el 2 de diciembre de 2020, el presidente López Obrador informó que, Alfonso Romo dejará la coordinación de la Oficina de la Presidencia.
Sin embargo, aseguró el presidente López Obrador en su cuenta de Twitter que, Romo seguirá siendo su principal enlace con el sector privado.
En julio, Javier Jiménez Espriú tardó casi una semana en convencer a Andrés Manuel López Obrador para que aceptara su renuncia, de la cual ya trascendía desde el pasado fin de semana.
Alguna ocasión, el ex rector de la UNAM Guillermo Soberón Acevedo dijo que lo mandó llamar el entonces presidente José López Portillo. En Los Pinos, el lugar de las reuniones hasta este sexenio, López Portillo le dijo que lo veía muy bien como para repetir como rector de la Universidad Nacional.
“A un Presidente no se le dice que no”, relató el médico universitario. Y fue rector por segunda ocasión de la UNAM.
En sexenio del ex presidente Felipe Calderón fue una danza de funcionarios que renunciaron al equipo del presidente que acumuló 55 renuncia de secretarios de Estado, subsecretarios, directores generales y funcionarios diversos, de acuerdo con solicitudes de información vía ley de transparencia.
Una muy ruidosa fue la de Patricia Flores. Precedida por señalamientos en columnas periodísticas y reportajes que señalaban su asfixiante poder, al final acabó saliendo de la Oficina de la Presidencia –la que hoy ocupa Alfonso Romo y de quien el periodista Raymundo Riva Palacio reveló una presunta renuncia hace unas semanas, pero desmentida enseguida- pero sin que se conociera su carta.
Ella misma, en una entrevista periodística admitió que “Había diferencias, como en todos los equipos”, dijo. Pero la realidad es que la batalla fue campal.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal emitió el boletín de prensa número 451 el 1 de septiembre de 2008. Informó acerca de la renuncia, ese día, de Roberto Campa Cifrián como secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Pero, en la carta de renuncia de Campa Cifrián –luego subsecretario de Gobernación con Peña Nieto y al final titular de la Secretaría del Trabajo- fechada el 4 de septiembre, el político le precisó a Calderón que, contra lo divulgado por la dependencia que estaba a cargo de Genaro García Luna “no presenté mi renuncia al cargo de Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Esa información es falsa”.
Y añadió: “No obstante, dada la importancia de la noticia y pensando siempre en el mejor interés de la República y la adecuada marcha del gobierno que usted preside, estoy haciendo llegar al Presidente del Consejo Nacional (García Luna) mi ´renuncia irrevocable´ –que él entrecomilla en su misiva- con fecha 1 de septiembre”.
El 15 de enero de 2009, Francisco Javier Yáñez Herrera, cercano a la maestra Elba Esther Gordillo, presentó su carta de renuncia al entonces presidente Calderón. Escribió su “profundo respeto” a la “alta investidura” de Calderón y afirmó que su desempeño fue “con la eficacia y probidad que el mandato constitucional demanda”.
Pero esa carta apenas fue después de que el 24 de julio de 2008 se diera a conocer que Yáñez habría pedido la liberación de Beatriz Enríquez Valles, detenida por el Ejército cuando participaba en el cargamento de camionetas con droga.
Con Enrique Peña Nieto hubo unas 15 cartas de renuncia, también disponibles con base en la ley de transparencia.
El 25 de noviembre de 2015, Arturo Escobar difundió un documento dirigido a la opinión pública en el que anunció su separación de la Subsecretaría de Prevención Ciudadana, de la Secretaría de Gobernación porque la Procuraduría General de la República a través de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales solicitó su aprehensión a un juez por violaciones a la ley electoral.
En abril de ese 2015, David Korenfeld renunció a la dirección de Conagua. El domingo 29 de marzo lo grabaron al usar un helicóptero oficial en el cual llevó a su familia de su casa en el Estado de México al aeropuerto, para irse de vacaciones a Estados Unidos.
En diciembre de 2014, Heliodoro Díaz salió de Liconsa debido a que presumió en Facebook un supuesto regalo a su hijo: un Porsche. Las redes sociales lo hicieron polvo. Se fue, pero no hay carta de renuncia disponible.
Así, renunciar al Presidente de México, nunca es fácil.
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