CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- El personal que trabaja en el reforzamiento de la valla fronteriza que ya existe entre Ciudad Juárez, Chihuahua y Sunland Park, Nuevo México es en su mayoría de ascendencia mexicana.
De acuerdo con Reforma, hijos de migrantes mexicanos que nacieron en Estados Unidos o que obtuvieron la ciudadanía estadunidense son los que laboran en los límites entre ambos países.
Uno de los empleados de ascendencia mexicana, entrevistado por el diario, se justifica: “hay que comer y pagar servicios”, mientras que uno más agregó: “es un trabajo más, alguien lo tiene que hacer, de todos modos se lo brinca la gente”.
Pese a que la construcción de muro en toda la frontera entre Estados Unidos y México parece inminente, los trabajadores no ven en el cerco divisorio una separación real entre ambos países.
“La verdad, el muro no me separa de mi gente, tanto de Estados Unidos como de México”, señaló uno de los empleados, quien asegura su madre es estadunidenses y su padre mexicano.
La presencia mayoritaria de personal mexicano es tal que en la obra, los trabajadores se comunican principalmente en español.
En 2016, las autoridades estadounidenses, aun bajo la administración de Barack Obama, iniciaron los trabajos para reemplazar con acero la malla que divide dos kilómetros de la frontera desde la década de los 90.
Los arreglos de la valla divisoria, la cual se debilitó a causa del clima y la arena, se prevén terminen en mediados de este año.