CIUDAD DE MÉXICO 19 DE AGOSTO DE 2022 (AGENCIA MÉXICO).- La noticia de la muerte de la actriz Anne Heche provocó gran impacto en el medio artístico la semana pasada, sobre todo al darse a conocer que el 5 de agosto se vio involucrada en un trágico accidente automovilístico.
Tras este escenario, el Departamento de Medicina Forense del Condado de Los Ángeles confirmó que el deceso de la actriz se produjo por una fractura del esternón después de un fuerte traumatismo, así como diversos impactos en la cabeza, quemaduras y la inhalación de una gran cantidad de humo.
Heche fue declarada en estado de muerte cerebral el pasado 11 de agosto; no obstante, su corazón continúo latiendo con ayuda mecánica para completar la labor de encontrar personas compatibles a las que se les podía donar los órganos de la intérprete estadounidense, a quien se le retiró el soporte vital el domingo pasado.
La artista recordada por su relación con la presentadora Ellen DeGeneres, fue ingresada en el hospital West Hills de Los Ángeles el viernes 5 de agosto, luego de que su Mini Cooper azul se estrelló contra una vivienda en la zona de Mar Vista y el vehículo acabó envuelto en llamas.
De acuerdo con la versión de la Policía, el automóvil iba con mucha velocidad, por lo que salió de la carretera y se incendió al estamparse contra el inmueble, provocando graves quemaduras a Heche.
Antes del lamentable incidente, cámaras de seguridad grabaron a Anne conduciendo de manera temeraria por una zona residencial, e incluso se vio implicada en dos accidentes al chocar primero contra un automóvil y después contra un garaje del que huyó mientras un vecino le gritaba, según se observa en un video difundido en internet.
A su vez, los detectives que investigaron el caso dijeron que se encontraron narcóticos en una muestra de sangre tomada de la intérprete; sin embargo, la policía culminó la indagación cuando Heche fue declarada con muerte cerebral.
Tiempo atrás, la artista que murió a los 53 años habló de sus problemas de salud mental en el libro ‘Call Me Crazy’, publicado en 2003, después de ingresar en un centro de rehabilitación.