*- Saliendo de su informe, el gobernador opta por no mirar a los morelenses
Morelos.- El gobernador del estado de Morelos, Graco Ramírez ignoró a un grupo de trabajadores sindicalizados y jubilados que interceptaron su camioneta para solicitarle que se retracte de la reforma a la Ley del Instituto de Crédito.
Trabajadores de los tres poderes del estado se pararon frente a la camioneta del gobernador que salía del estacionamiento de la sede del Poder Legislativo, donde había dado un mensaje con motivo de su cuarto informe de gobierno.
De inmediato el equipo de seguridad del mandatario rodeó la camioneta para replegar a los inconformes -la mayoría eran mujeres- que gritaban: «señor gobernador queremos solución».
El subcomisionado de Seguridad de Morelos, Javier Viruete Munguía encargado del operativo de seguridad del primer cuadro de Cuernavaca les pidió a las sindicalizadas «que se abrieran, porque no era el momento (…)».
Desde la madrugada de este martes se colocaron vallas metálicas en las inmediaciones del recinto legislativo para proteger al mandatario estatal y los funcionarios que forman parte de gabinete.
Incluso los 200 policías que se encargaron de la seguridad impidieron a los comerciantes el ingreso a la zona lo que propició enfrentamientios verbales con los uniformados.
El también presidente de la Comisión Nacional de Gobernadores (CONAGO) que ha criticado la política xenofóbica de Donald Trump no bajó la ventanilla de su camioneta solo levantó la mano haciendo un saludo.
Los sindicalizados y jubilados desde hace seis meses mantienen un plantón en el Congreso del Estado como protesta a la privatización de sus aportaciones.