CIUDAD DE MÉXICO (Milenio).- La ganadora del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2018, la periodista mexicana Alma Guillermoprieto, asegura que hay un fenómeno en América Latina y en el mundo, donde la rabia se ha convertido en un protagonista de los procesos políticos y económicos.
“Este momento del capitalismo me parece particularmente difícil, la rabia que provoca el consumismo nunca es suficiente, nunca tienes bastante y si eres pobre y marginado, nunca tienes nada. Y esa rabia Trump la ha canalizado de una manera extraordinaria: políticos que hoy día encarnan la rabia, son políticos que van a tener éxito”, destacó en el Centro Cultural Universitario de la UNAM, durante una conversación que sostuvo con la escritora Rosa Beltrán.
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Centroamérica es parte del territorio donde comenzó toda la historia periodística de Alma Guillermoprieto. Bailarina de profesión, se había ofrecido como traductora de algunos reporteros europeos, hasta que le pidieron la escritura de una nota informativa.
Ahora es una de las periodistas más reconocidas a nivel internacional, al grado de que algunas de sus crónicas le han permitido ofrecer una mirada de los problemas de Estados Unidos con América Latina, entre ellos el desarrollo de los maras en los últimos años y los problemas que enfrentan los jóvenes, en especial en nuestro país.
“En México se está reclutando a estos chavitos, quienes son cooptados por grupos que les ofrecen valores dentro de este capitalismo feroz. Me dedico a reportear, a ver y a desesperarme, pero me doy cuenta que hay rabia y desesperación entre los jóvenes, en especial la certeza de que van a morir, […] pero van a morir con unos tenis que apantallan: no sé cómo se rompería ese ciclo, pero es bueno reconocer que no sólo es la injusticia la que produce a estos muchachos, sino el deseo desatado por bienes de consumo”.
Durante la charla, Alma Guillermoprieto también se refirió a ciertos elementos que constituyen su manera de entender al periodismo: “Todas las mañanas me despierto queriendo saber qué es lo que puedo hacer, en lo que voy a invertir mi tiempo hoy para iluminar esta historia, con lo que las historias se entrecruzan al momento de pensar en un reportaje”.
“Pero en realidad uno tiene que estar atento a cuál es el fragmento de mundo, no cuál es la nota, cuál es el universo que me toca ver. Si vas buscando la nota, ya estás perdido”, destacó la periodista, quien forma parte de los maestros de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano y durante cuatro décadas ha desarrollado su trabajo en medios como The Guardian, The Washington Post o The New Yorker.