CIUDAD DE MÉXICO 9 DE JUNIO DE 2022 (La silla Rota).- A pesar de que la oposición encabezada por la coalición “Va por México” celebró el pasado nueve de junio un “triunfo” electoral al haber ganado la gubernatura tanto en Aguascalientes y Durango, el reporte Balance Final de Las Elecciones 2022 señala que por lo contrario, aún hay un reto para dicha alianza ante Morena.
De acuerdo con esta información elaborada por la empresa Integralia, los trabajos conjuntos de los adversarios de la 4T fueron los causantes del triunfo en Aguascalientes y Durango en donde ganó el candidato Esteban Villegas.
Por otro lado, se asegura que aparte de estos estados no hay más resultados positivos, salvo la leve competencia que dio esta alianza en el estado de Tabasco donde, a pesar de que ganó Morena, la influencia del PAN opuso más resistencia por sí sola que por la unión de partidos.
Asimismo, en dicho reporte se apuntó que así como la oposición fracasó en Hidalgo, esta ni siquiera se conformó en los estados de Oaxaca y Quintana Roo que ahora pertenecen a la coalición Juntos Haremos Historia.
Por otro lado, respecto a las diversas acusaciones de la oposición respecto a supuestos actos en contra de la democracia durante la jornada electoral, el Reporte Postelectoral, señaló que todo se llevó a cabo con normalidad y con pocos incidentes violentos.
Sin embargo se aclaró que no se cuenta con la información precisa y suficiente para poder determinar de manera clara si hubo o no injerencia del crimen organizado en las urnas.
DOMINIO DE MORENA
Con el paso de los años el Movimiento de Regeneración Nacional ha ido evolucionando de forma satisfactoria, ejemplo de esto es que, al inicio del sexenio, dicho partido sólo gobernaba en cuatro estados y actualmente tiene a su cargo 20 entidades del país.
Dicha cantidad representa el 54 por ciento de la población nacional, lo cual se une a sus aliados, el PVEM y el PES con quienes, en total, dicha administración gobierna en 22 estados.
Lo anterior es un hecho histórico debido a que Morena representa la mayor fuerza territorial con la que ha contado un presidente desde la llegada de un dirigente que no perteneciera al PRI en el 2000.
CAO