CUERNAVACA, MORELOS A 2 DE OCTUBRE DEL 2017 (WDC).- Al cuestionar que las autoridades educativas de Morelos omita informar de forma transparente y oportuna los avances de la revisión de las 1,837 escuelas pública de educación básica en Morelos, tras el sismo ocurrido el pasado 19 de septiembre en el estado, el diputado federal del PAN, Javier Bolaños Aguilar, consideró que estas deben de actuar de forma responsable en este sentido.
Ello implicaría que informen sobre sobre el avance de las revisiones a los planteles de los 33 municipios de Morelos, porque dijo que primero se anunció que el 25 de septiembre reiniciaría el ciclo escolar y no ocurrió.
Por lo que dijo es necesario dar certidumbre de cómo se encuentran los planteles educativos actualmente, principalmente a los paterfamilias y docentes que ahí trabajan, puesto que las actividades se deben ir normalizando en Morelos, sobretodo, en aquellas escuelas que ya se dictaminó que no existen riesgos para los alumnos y maestros.
Y es que de acuerdo a Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación Pública, hace unos días durante una visita por el municipio de Tlayacapan, informó que se tendrán que reconstruir 17 planteles que presentan daños mayores, pero del resto de los planteles escolares nada se sabe, así como tampoco del resultado de la revisión que se hizo ya a 745 escuelas, informó Bolaños Aguilar.
Dichos datos, le permiten al diputado federal señalar que en el estado pudiera estarse configurando “una condición de desigualdad” entre las escuelas públicas y privadas, ya que el Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) emitió un ‘comunicado urgente’ en el que informó que este 02 de octubre 413 escuelas privadas estaban en condiciones de reanudar clases.
Esto, una vez que presentaron los dictámenes o reportes de evaluación de daños, lo que garantiza que sus instalaciones son seguras y no hay afectaciones estructurales que pongan en riesgo la seguridad de los estudiantes, en tanto que a 12 días del sismo, las escuelas públicas siguen en revisión y los paterfamilias y docentes no cuentan con información confiable y precisa que permita acelerar el regreso a las aulas.