CUERNAVACA, MORELOS A 10 DE OCTUBRE DEL 2017 (WDC).-Con el objetivo de evitar que comerciantes y prestadores de servicios cometan abusos tras el sismo del 19 de septiembre, la titular de la Profeco, Zaira Fabela Beltrán, supervisó diversos puntos en la entidad los operativos de vigilancia que realiza esta dependencia federal.
Asimismo, a los padres de familia que tienen a sus hijos en escuelas privadas, les dijo que no están obligados a pagar colegiaturas durante los días que se suspendieron las clases.
Zaira Fabela Beltrán, revisó las estrategias que se pusieron en marcha en los estados que sufrieron de los sismos del mes pasado, al igual que en la entidad zapatista, ya que a diferencia de Oaxaca y Chiapas, aquí no se presentó un incremento desmesurado en los precios, reconociendo pues que los comerciantes se comportaron a la altura de la situación, por lo que no se dieron casos de abusos, como sucedió en Oaxaca, donde se sancionó a una gasera que multiplicó el costo del combustible luego del sismo.
Lo que sí, es que señaló que únicamente en el primer día después del movimiento sísmico se presentaron algunas situaciones como por ejemplo la falta de colocación de precios, productos y servicios a la vista del público en Jojutla, asegurando no se presentaron quejas formales, así como tampoco se confirmaron las inquietudes que se habían dado a conocer en redes sociales en ese tenor.
De ahí que informó en ese momento se pusieron “preciadores”, lo que permite que las personas no sean engañadas cuando va a pagar con elevación de costos.
Dejó en claro que en la entidad los operativos de supervisión continuarán porque dará inicio la etapa de reconstrucción, por lo que la Profeco estará atenta a ese segmento con el fin de evitar halla abusos, principalmente en establecimientos de materiales de construcción.
A quienes brindan servicios o realizan venta al público si incurren en anomalías, por ley, se harán acreedores a multas que se fijan de acuerdo a la gravedad y proporción del establecimiento comercial, mismas que pueden alcanzar hasta los 4 mdp.
En este sentido, señaló con relación a las escuelas privadas, que los paterfamilias no tienen por qué pagar colegiaturas si durante dos o más semanas no hubo clases.
Señalando que si no hay la prestación del servicio, no tienen hay nada qué cobrar, esto al decir que la prestación del servicio se considera en el marco de lo razonable para efectos del consumidor, “en este caso son los padres de familia de los menores”, acotó.
Asimismo dejó en claro que si alguna institución educativa particular presentó daños, podría el servicio en instalaciones provisionales, de acuerdo con los padres, no en condiciones inviables o no factibles.