Los versos y sones del huapango retumban en la ex residencia oficial para festejar la diversidad cultural en México.
En una de las primeras discusiones entre investigadores sobre cuáles son los límites de la huasteca, el antropólogo Román Güemes zanjó la discusión con la frase que se ha vuelto célebre: “donde hay zacahuil y huapango, allí está la huasteca”. En el Complejo Cultural Los Pinos hay zacahuil y también huapango, entonces por lo menos durante tres días, allí está también la huasteca.
Se trata de un esfuerzo que involucró a las autoridades culturales de los seis estados que conforman esta región, Puebla, Veracruz, San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo y Tamaulipas, además de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura.
“Estamos en un espacio para desacralizarlos, para profanarlo un poco, invocando con los pies a la memoria de nuestros muertos, de quienes preservaron la memoria a través de las notas de un violín o de una quinta huapanguera”, enfatizó Mardonio Carballo, director de Culturas Populares, quien dio la bienvenida a estas jornadas de música, zapateados, artesanías, danzas y gastronomía de los huastecos, en lo que fuera el Helipuerto de la ex residencia oficial.
Una verdadera fiesta que no dejó de ser asumida como parte de un triunfo de las comunidades indígenas que conforman a la región cultural de la Huasteca u quienes no habían tenido acceso a ese espacio, como reconoció el Secretario de Cultura de Hidalgo, Olaf Hernández, porque en el lugar se encuentran una mínima representación de lo que es un modo de entender a la cultura.
“Es bueno que nuestra gente de la huasteca esté presente para dar cuenta de la grandeza de su cultura, de su comida tradicional y, por supuesto, de la alegría hidalguense, en este espacio que había sido emblemático y ahora tiene esta apertura”.
Dentro de las primeras actividades de La Huasteca en Los Pinos se presentó el disco “Mi corazón sin el tuyo”, una colaboración entre Guillermo Velázquez y Los Camperos de Valles, bajo la producción de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí, cuyo titular, Armando Herrera Silva, la definió como un “homenaje a la vida, a la música y a la herencia histórica de nuestra lírica y nuestra música populares vivas”.
“Guillermo y Los Camperos son dos pilares fundamentales del son huasteco y del huapango arribeño. El disco refleja los saberes u sentires de las personas del campo: su estructura poética y las formas que utiliza proyectan fielmente sus usos, costumbres y cosmovisiones”.
Desde las 10 de la mañana hay actividades de La Huasteca en Los Pinos, lo mismo con talleres, presentaciones de libros, proyección de películas, gastronomía, artesanías y, por supuesto, la música: huapango entre las 16 y las 19 horas, de este sábado y domingo.