(Milenio).- El eescritor Élmer Mendoza (Culiacán, 1949) presentó en la CdMx su nueva novela Asesinato en el Parque Sinaloa (Random House) donde su conocido personaje, el policía investigador Zurdo Mendieta, regresa para resolver un violento homicidio en ese estado del norte del país.
“Quienes escribimos novela policiaca tenemos que mostrar en cada novela diferentes historias con los mismos personajes y el mismo territorio narrativo”, aseguró el escritor en la librería Porrúa del Bosque de Chapultepec.
“El narrador sinaloense comentó que una de las claves de los que escriben obras policiacas es justamente eso, que las novelas pueden parecerse pero nunca ser iguales. Cada una de ellas, al menos lo intento, tiene su personalidad porpia y lo que más me cuesta encontrar es qué tengo que hacer para que sea diferente a la anterior”, precisó.
Asesinato en el Parque SinaloaDetalló que su forma de escribir una novela es preguntarse y plasmar algo diferente, como mezclar algo que no había hecho antes, pero que podría resultar, aunque no lo tiene claro.
“Generalmente, lo que he hecho lo advierto hasta que escucho comentarios o pasan los meses y los lectores me empiezan a decir cosas o si conseguí lo que buscaba. Los lectores se dan cuenta rápido, porque los críticos tardan un año o dos, cuando ya estoy escribiendo otra novela”, dijo bromeand
“La parte definitoria de lo que sería la mentalidad de un novelista de novelas de acción, es superar y no hacer una única novela, sino que todas deben ser distintas, porque siempre quise tener un estilo y no escribir igual que los otros”, destacó Mendoza.
Por su parte, el escritor Eduardo Antonio Parra, al hablar de la novela, señaló que el retorno del Zurdo Mendieta es un hábito literario iniciado hace un buen número de años con la publicación de Balas de plata (2008), novela inaugural de la saga.
Parra recordó que le siguieron La prueba del ácido (2010), luego Nombre de perro (2012) y alcanzó su cuarta entrega con Besar al detective (2016); saga que ahora se redondea, “aunque no concluye”, advirtió, con Asesinato en el Parque Sinaloa, donde el autor “saca a su héroe de su hábitat natural en Culiacán, para llevarlo unos cientos de kilómetros al norte”.
“A lo largo de estas cinco historias, autónomas, siempre inmerso en casos distintos y de variada intensidad, los lectores no solamente “hemos atestiguado la evolución interior del protagonista, a quien conocemos como si se tratara de un miembro más de nuestra familia”.
“Para Élmer Mendoza las palabras con las que escribe no son tan solo instrumento descriptivo o narrativo, sino los elementos principales de un procedimiento donde se estiran al máximo las tensiones entre habla y literatura, entre identidad regional y carácter nacional”, concluyó Parra.